Se ha reportado que los adolescentes australianos están intercambiando números de teléfono. Este comportamiento se ha observado como una reacción a la próxima prohibición que afectará su acceso a ciertos dispositivos o aplicaciones.
La medida parece haber motivado a los jóvenes a establecer conexiones más directas entre ellos, anticipándose a las restricciones que se implementarán.