Las importaciones a México desde China, que alcanzaron cerca de 130,000 millones de dólares en 2024, enfrentan nuevas tarifas arancelarias que afectan a 51,910 millones de dólares en bienes. Esta reforma, aprobada por el Congreso, ajusta 1,463 fracciones arancelarias en sectores como automotriz, textil y electrodomésticos, con un enfoque particular en productos de origen chino.
El director general de la Cámara de Comercio y Tecnología México-China, Sergio Huerta Pantoni, advirtió que casi el 58% de las importaciones sin tratado provienen de China, lo que podría impactar negativamente la manufactura y el empleo en México. Huerta señaló que una política arancelaria apresurada podría resultar en precios más altos para los consumidores y disminuir la competitividad del país.
La propuesta original de la presidenta Claudia Sheinbaum contemplaba tasas de hasta 50%, que fueron ajustadas entre 20% y 35% durante el proceso legislativo. Aunque el gobierno mexicano argumenta que estas medidas combaten prácticas desleales, se reconoce que la falta de insumos críticos podría desestabilizar la cadena de valor.
China, por su parte, ha indicado que está considerando establecer medidas espejo en respuesta a estas nuevas tarifas, lo que podría encarecer aún más las exportaciones mexicanas al mercado chino.